Orlando Zabaleta.
En noviembre nuestro sistema de pagos era malo. Si uno pretendía
comprar un kilito de queso más un cartón de huevos y tomarse un café en el
camino, debía salir a la calle con un grueso fajo de 150 billetes al menos (si eran
billetes de 100). La red de pagos electrónicos tendía a saturarse ante esa
situación, y era propensa a fallas.
Pasamos todo el año rezándole al santo patrono del sistema
monetario (debe haber uno) para que iluminara a Merentes y el Banco Central emitiera
al fin un billete o una moneda de mayor valor que 100 Bs.
El sistema de pagos, pues, era malo. Entonces vino la operación
de retirar en 72 horas, cierre de fronteras incluido, los billetes de 100 y lo
puso peor.
La extracción del billete de 100 llevaba dos años (según
Maduro). O sea: hubo tiempo para diagnosticar y planificar la respuesta. Cuesta
entender esa cadena de marchas, contramarchas e improvisaciones que hemos
sufrido.
El valor nominal
Una de las razones de la extracción del billete de 100 es
que su valor facial, el valor impreso asignado por el BCV, es menor que el que
el que tiene el billete como objeto, el papel moneda puede ser reutilizado. Da
más provecho el billete como materia prima que como medio de pago.
La solución era sencillísima: sustituir el billete (cuya
fabricación es cara y se paga en dólares) por una moneda metálica. Durante el 2016
el BCV se empeñó en enfrentar la extracción y escasez de billetes de 100
emitiendo grandes cantidades de billetes caros, por eso no se ve un billete de
100 viejo o usado desde hace años.
Y no hacía falta ser un gurú o un astrólogo para ver lo que
la inflación le había hecho al pobre billetico de 100 a finales de 2015.
El momento y las condiciones de la batalla
Un buen general escoge el terreno y el momento para
presentar batalla. Busca las condiciones más favorables. Pero Maduro escogió
para la operación sorpresa precisamente a diciembre. Mes vital para la economía
y la gente y cuando más falta hacen los billetes.
Se arrancó la ofensiva sin tener municiones a la mano (es
decir, los billetes de 500 o las monedas de 100), se envió a los soldados al
combate con la promesa de que pronto llegarían las municiones. No se debió
intentar recoger los billetes de 100 en 72 horas sin tener disponible (al menos
en puerto o aeropuerto nacional) las nuevas monedas o billetes para
sustituirlos.
Contramarchas con información confusa
Se arrancó ponderando el “éxito” de la operación. ¿Con qué
criterio? Porque el asunto no es sacar de circulación el billete, el asunto es hacerlo
sin afectar a la economía y a la gente. Hasta se recortó el plazo de los “cambios”
en el BCV. No se aclaró que la sucursal del BCV en el Zulia no estaba incluida
en la operación hasta que los disturbios aparecieron; se dejó entrever que la
Casa de la Moneda acuñaría las nuevas monedas, que solo le llegaron a Maduro.
Ni un miserable cronograma. Dos prórrogas de vida para el billete de 100.
Como un secuestro
Mafias nacionales y extranjeras están detrás de la extracción
del billete. Y hay que golpearlas, golpearlas de verdad. Pero la actuación del
gobierno recuerda a esos secuestros que la policía enfrenta a punta de tiros
sin preocuparse por la vida de los secuestrados: las víctimas mueren en un
fuego cruzado. Bien bueno que se golpee a esas mafias, pero háganlo sin matar a
las víctimas.
La operación se ha pagado en pérdidas económicas. ¿Cuánto
afectará el descrecimiento? ¿Punto y medio adicional de baja del PIB? No es una
mera cifra: significa que todos somos más pobres. Se ha pagado en parálisis
económica e inestabilidad política y hasta en pérdidas de vidas humanas. Y cuando
Maduro insiste en mantener guardados las nuevas monedas y billetes alarma.
Maduro contaba con menos de 20% de apoyo. Luego de esta
operación, creo que el apoyo se habrá acercado al 10%.
Grave: convertir el error en virtud
El gobierno se debilitó. No se puede tapar un sol de torpezas con un dedo de propaganda. Los que creen que Maduro se la comió no deben llegar a un 7% del país. Ya es grave el debilitamiento popular del gobierno, pero es más grave que un chavismo acrítico se aleje voluntariamente del pueblo con visiones sedantes. ¿Quién estará apuntalando el juego a la derecha? ¿Los que critican o los que aplauden inocultables desaciertos para que se repitan?Domingo 08/01/2017. Notitarde. Lectura Tangente
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