Orlando Zabaleta.
Hay dos maneras de evadir el análisis de los resultados del
6D.
La más fácil es llamar al pueblo malagradecido y “engañado”
(o sea, pendejo). Es decir, repetir lo que la Oposición hace todos los días y
más públicamente cuando es derrotada: echarle la culpa al pueblo. Eso de
despotricar del pueblo venezolano hay que dejárselo a las engreídas clases
altas y medias, enfermas de racismo social, porque el pueblo del que denigran
no es su pueblo.
La otra forma de evadir el bulto es acusar al enemigo de
disparar en la batalla. Así suena lo de la guerra económica: a un general que
pide soldados, artillería, municiones para tomar una posición, y luego de ser
derrotado se excusa con el argumento de que el enemigo disparaba.
No niego la guerra económica. Hay quien invierte dinero para
derrotar al pueblo venezolano, que ni Fedecámaras ni las transnacionales ni el
Pentágono duermen tranquilos desde el 98. Pero le doy a lo sumo una importancia
de 15%, que la mayor parte de los fenómenos “bélicos” de esa guerra se explican
cabalmente como vulgar capitalismo. El contrabando, la especulación, la fuga de
capitales, el acaparamiento, la usura, son verrugas naturales del capitalismo.
El marco general está claro, aunque lo quieran oscurecer. El
petróleo bajó de los 40 dólares, y podría bajar de los 30. La situación de
bajos precios podría durar año y medio. Desde hace 90 años el petróleo nos da
más ganancias que las que produce nuestra improductiva y quejumbrosa burguesía.
Desde los 70 aumentamos nuestra adicción petrolera. Producimos poco y caro, así
que todo lo importamos. Y el petróleo nos da 95% de las divisas. Eso se llama
rentismo petrolero capitalista. Por eso, hace muchas décadas, Pérez Alfonso nos
advirtió que estábamos “hundiéndonos en el excremento del Diablo”.
Que el precio del petróleo se derrumbara a mediados del año
pasado estaba cantado. Pero el gobierno no articuló un plan para enfrentar la
crisis. Se dedicó a atacar los efectos.
Lo del precio de la gasolina clama al cielo. Con esos
dólares malgastados para que todos llenen su tanque con 3 o 4 Bs. se podría
importar alimentos (suena rentista, pero la emergencia lo amerita), y los
bolívares ahorrados ayudarían a equilibrar el déficit. El diferencial cambiario
sirve más para alimentar la corrupción, la especulación y la inflación que para
beneficiar al pueblo.
Pero este tipo de medidas, de elemental urgencia, no son
suficientes. Porque son meramente económicas.
El gobierno debe dejar el famoso enroque. Los ministros y
los viceministros son incapaces hasta la saciedad. Y los directores y gerentes
(así los llaman) de las empresas públicas también. No bastan medidas
económicas, hace falta medidas políticas, como siempre. La lucha contra la
corrupción y la ineficiencia, la asombrosa irresponsabilidad, el burocratismo
estéril y prepotente, debe imponerse. Y debe dar resultados, que no son
suficientes las expresiones de buenos deseos que no empreñan.
Llamar a los delegados del PSUV a un debate no es solución
para nada. La burocracia del partido y del gobierno no conseguirá soluciones, y
es posible que ni siquiera las busque. La única salida es precisamente el
pueblo. La transparencia y la participación popular son la única garantía de
lucha contra la corrupción y en pro de la eficiencia.
Hay también que discutir la estrategia, que eso de llamar
“socialismo” a todo lo que se atraviese por el medio, y “Poder Popular” a la
burocracia estatal, no es buen camino. No es “transición” a ninguna parte. El
socialismo, desde hace casi dos siglos, está vinculado al trabajo. Sí, al
trabajo. No a lo gratis.
Al proceso bolivariano le correspondía la lucha contra el
rentismo. No lo hará nunca la burguesía dizque nacional que tenemos, adicta sin
remedio a la renta petrolera, y menos ahora que es más especulativa que nunca.
Vean el “cobro” tempranero de Fedecámaras a sus diputados: que modifiquen la Ley
del trabajo, que eliminen el control de precios y dolaricen la economía. La
burguesía está preparando sus negocios, no preparándose para producir.
Lo del 6D también estaba cantado. El rentismo cuchuto pero vivito
y coleando, la corrupción y la prepotencia de la burocracia hacían el coro.
Domingo 13/12/2015. Lectura Tangente, Notitarde.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario